Balance sobre los actos sociales
Mi profesor me dijo ayer que el tema de mi blog es la vida misma además de advertime que me faltaba hacer un balance de lo que llevo escrito desde febrero. Pues entonces empezaré con uno de los temas: los estereotipos en los actos sociales. Sobre ello escribí tres artículos, uno sobre un festival de cine en Hollywood, otro sobre la Fumata y el último sobre la gala de los Oscars. Los he mencionado porque son unos eventos en los que se actúa de acuerdo a lo establecido anteriormente. En los Oscars, hay que llevar un tipo de ropa determinado, toda en la misma línea, en la fumata hay una larga historia de realización exacta sin apenas cambiar con el tiempo, de acuerdo, lo mismo, con algo ya preestablecido; y en el festival de cine de Holluwood, como todo acto "glamouroso" se deben seguir unos patrones de conducta. Menos el de la Fumata, los otros actos sociales se alimentan del estereotipo que supuso el imitar un estilo. La gala de los Oscars siempre será un derroche de Glamour, y en ese sentido dudo que vaya a cambiar. Lo mismo que los actos sociales que ya tienen historia, se basan en algo ya realizado, se estereotipan.
Proximamente haré balance de otro de los temas.
Proximamente haré balance de otro de los temas.
El tema del día es sin duda, la elección del nuevo Papa. Pero yo quisiera centrarme en todo ese ceremonial en torno a su elección. Durante cientos de años el mecanismo de elección ha sido prácticamente igual. El cónclave se ha llevado a cabo siguiendo un mismo patrón, se encierran los cardenales bajo llave, debaten y votan. Se queman las papeletas y si el humo sale negro, es que no se han puesto de acuerdo, y si el humo es blanco significa que hay nuevo Papa.